

Con todo ello, todavía, no sea este el mayor problema, el peligro más inminente esta en el tapón. Exacto, en ese producto elaborado proveniente del corcho que se utiliza para tapar botellas de vino. Pues a pesar de las bondades y calidad ecológica del corcho cada vez se extiende más el uso del plástico y la rosca de aluminio, para los mismos menesteres. Y la competencia por motivos económicos resulta determinante en contra del tapón de corcho.
Por lo tanto la amenaza se cierne sobre este bosque por cuestiones de rentabilidad; sin darnos cuenta que por motivos ambientales este árbol ya por sí mismo resulta de una importancia decisiva, su piel de corcho es una magnífica protección contra los incendios, ayuda a luchar contra el cambio climático y mantiene llena de vida sirviendo de apoyo y soporte a la variopinta fauna de nuestras sierras.