sábado, 19 de febrero de 2011

En vísperas de la nueva estación

Febrero se resiste con el frío y la lluvía; el pico de las Villuercas está nevado de momento, pero ya llegan signos que nos anuncian que la nueva estación se acerca, a los árboles les llega su hora y la savia no espera. Para muestra ahí tenemos al almendro, el primero en florecer o  la mimosa, que ha empezado a "amarillear". Esto quiere decir que los días están alargando y la primavera se aproxima.
La Tierra sigue girando, y cometas de periódicos nos cuentan que el mundo árabe se revoluciona, que los bancos siguen con el grifo de los créditos cerrado, que cada día algún holding nuevo entra en suspensión de pagos, que la crisis continúa para la mayoría menos para los paraísos fiscales y los "tiburones" que los alimentan...Pero aquí, en este rincón de Las Villuercas el tiempo pasa al compás de las personas que lo habitan, con la cadencia necesaria para ver florecer un almendro y mirar vestirse de amarillo una mimosa, y adivinar que el machadiano milagro de la primavera se está produciendo. Aunque nadie sepa cómo.

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