sábado, 9 de abril de 2011

Navezuelas, llegó el Día.

Bueno, ya está, ya pasó. ¿Que cómo ha ido todo?, bien, bien, creo que bien. El tiempo ha acompañado, en las primeras horas de la mañana se levantó un calido aire solano que presagiaba temperaturas altas para este día de primavera, como así se confirmaría después y lo notamos , vaya si lo notamos, incluso en un pueblo de sierra como Navezuelas . El programa se desarrolló dentro del horario previsto, con poquitas diferencias; en el patio del colegio nos dieron la bienvenida los cuatro personajes que dan nombre y vida a nuestras bibliotecas, ya sabes, El Pirata honrado, La Bruja hermosa, El Príncipe malo y El Lobito bueno, que de una manera amable y divertida nos dieron las últimas instrucciones y nos “enverearon” a cada grupo a su sitio. 


Pero antes de salir del colegio a todos los niños y niñas se les repartió unas estupendas gorras subvencionadas por la Cooperativa del Campo Las Villuercas , y una botellita de agua, muy convenientes  ambas, tal y como avanzaba el día de caluroso. Entonces los grupos de niños más pequeñitos, bajaron a la Casa de la Cultura, que está próxima al colegio, ¿recuerdas?, sí, sí, ¿cómo no te vas a acordar? Exacto, bajando esa rampa que da a la biblioteca del pueblo, y luego siguiendo las escaleras de la misma calle, ¡eso es! Bueno pues allí el grupo de teatro Alcaraván nos ofreció un magnífico espectáculo de danzas árabes y sombras chinescas y los niños, oye, embobados, sí, sí, embodados, como te lo cuento... ¿Qué dices?  ¿Que por qué, no fueron todos? No, mira mientras estos niños pequeños estaban en el teatro, los mayores salieron a recorrer calles por Navezuelas, cuatro grupos de niños  como cuatro afluentes del Almonte pasearon llenando de color y voces de vida por estas calles de silencio habitual  y como si quisieran emular a la floración del cerezo, que como muy bien conoces, ahora está en su máximo apogeo en nuestros valles villuerquinos, transformaron la soledad cuadrada de nuestra plaza en un lugar de risas redondas. Y vieron y conocieron el talento de sus gentes. Entraron en las casas de los artesanos: José Luis, del corcho y Abel,del cuero, observaron los talleres de Benito y sus trabajos con la teja y la pizarra y  José, con la miel. Aprendieron a conocer la igualdad en el Ayuntamiento con la Mancomunidad y a apreciar la importancia vital del agua, (si no, que se lo pregunten a nuestros cultivadores de judías y hortalizas en verano, ¿verdad?) con Aprodervi. Reposaron como peregrinos escuchando los cánticos de las Mujeres del Coro parroquial en la iglesia de la localidad y vivieron la poesía en la calle, en los rincones de Navezuelas con Carlos Domínguez, con su libro “Lluvia de versos en las Villuercas” bajo el brazo, añorando cómo eran estos barrios, llenos de niños antes de que los pueblos empezaran a envejecer, que eran algo parecido a hoy con esta visita  de todos los niños de CRA (En el barrio, éramos muchos vecinos/que entre todos bien te lo pasabas/ porque las mujeres entonces andaban/ a ver cuál era la que más criaba).
   Oye, y luego Domingo, el pastor, con sus cabras y “chivinos”, ejercitando el ordeño y la práctica del queso con la leche, una profesión cada vez más escasa; uno de los últimos cabreros, por lo menos, a la antigua usanza, que pululan  por esta sierra de Las Villuercas; ¿Qué quieres que te diga? Son cosa de los tiempos modernos y de la Globalización. Como todo, ¿O no? Por lo menos que los chicos, vean una muestra de las actividades que durante siglos hicieron posible que nuestra economía fuera sostenible.
   Mira, luego cambiamos, los niños pequeños , una vez hubieron salido del teatro, les dimos el bocadillo y salieron a ver estos talleres; al mismo tiempo que los mayores llegaban al teatro, ahora, con una función distinta, el grupo Alcaraván, nos ofreció otro sobresaliente espectáculo, sobre  el ser humano y sus necesidades como persona que a todos, independientemente de razas, etnias y costumbres, nos definen. Fue estupendo, ya te digo. Me gustaría que lo hubieras visto.
   Vaya, y así, burla burlando, llegó la hora de la comida y al polideportivo que nos bajamos, digo que nos bajamos, porque como muy bien sabes, el polideportivo lo tenemos allá a la salida del pueblo, igual que la piscina, saliendo por el camino de Solana en dirección a los Campamentos del Cura, ¿recuerdas?, bueno, pues, allí que nos presentamos todos a comer unos macarrones con carne picada  y un yogurt de postre que el AMPA nos había preparado y, para qué engañarnos, nos pusimos como el Quico.
   Luego, vinieron los Payasos, y qué quieres que te diga, hacía tiempo que no veía un espectáculo de payasos y  no tengo muy controlado por donde va este mundo, pero a mí , me pareció que la pareja de payasos que saltó a ese escenario improvisado en la misma pista de deportes, nos ofreció una sesión interesante, no sólo porque entretuvo a los niños, que por otra parte es el público más difícil , porque es cierto, los niños, les gusta una cosa o no les gusta, pero es un público que no sabe disimular, y por lo que se vio, los niños mantuvieron su atención hasta el final, ya te digo, no sólo por esto, sino también, porque a mi entender, no utilizó estereotipos manoseados, sino que fue una puesta en escena fresca y muy actual, interactuando con el público, mayormente con los niños, y haciendo una función ágil y participativa. Una apuesta atrevida… ,que muy bien, vaya.
 Y después, la merienda musicada a modo de verbena vespertina con Enrique “Er” Músico. Bueno, a ver, primero decirte que lo de dar la merienda a los niños y a todos los presentes, con colacao y dulces caseros fue fantástico, esto nos enseñó como habían trabajado esas madres de Navezuelas, porque no nos engañemos lo de los Padres de Alumnos, en realidad , hoy por hoy, llamarlo así, no deja de ser injusto, mientras no cambien las cosas lo verdadero sería llamar a esta Asociación, la de Madres de alumnos, porque son todas madres las que se implican, preocupan y ponen toda la carne en el asador para que estas cosas de la educación salgan “palante”, y ahora no vamos a entrar en buscar explicaciones…Que sí, que ya sé, lo del trabajo de los padres y todo eso, si lo hemos hablado muchas veces, pero bueno, por lo que sea, pero a la hora de la verdad, si quieres hacer las cosas bien en la escuela, cuenta siempre con ellas… ¡Ah! Y eso, a lo que íbamos, que “Er” Músico, estuvo bien y animó el cotarro, que si “Paquito el chocolatero…”, que donde va a parar…porque cuando estábamos programando todo esto algunas niñas, las que están acabando la Primaria, nos había sugerido que por qué no contratábamos a Justin Bieber para este día, en fin ya sabes, cosas de la infancia que se escapa irreversiblemente hacia una pubertad consentida,  pero a ver, como les dijimos siguiendo la broma, ¿cómo vamos a contratar a un chaval que se llama Justino como cantante?, para un día como el que nos ocupa nadie mejor que “Er” Músico, que toca lo que toca: que si un pasodoble, que si “el chacachá del tren..” que si las canciones infantiles de “Estaba el señor Don Gato sentadito en su tejado…”, y esas cosas que nos animan y a poco que nos descuidemos no podemos evitar que nos dé el subidón. Como al final, sí allí mismo encima del escenario, que a alguien no se le ocurrió otra cosa que decir, que cantasen los maestros, ¡que canten los maestrooos…!, repetían una y otra vez,  y allí que hubo que subirse todos los maestros, juntos en el escenario, y la verdad es que a algunos, después de visto lo visto, no se les daba nada mal, pero que nada mal…claro que no es el caso del que suscribe,  para que te voy a mentir, si ya nos conocemos…, menos mal que al público en general, no le dio por pedir otra y otra , porque el personal animado, ya se sabe, es inasequible al desaliento. Así que , bueno, esta fue la traca final , antes de que ya definitivamente, nuestros personajes de la biblioteca, los mismos que abrieron la jornada, la cerraran despidiéndonos con la misma simpatía con que nos recibieron y citándonos para el próximo año en Roturas. Y aquí cerramos.
   Así que no sé, ya te digo, una pasada alegre de Día del Centro. Mira a ver lo que te cuentan los demás, pero sí, yo creo que bien, que lo pasamos bien, al menos a mí me pareció eso que lo pasamos bien.
   Y esto fue todo lo que dio de sí este Día del Centro en Navezuelas. Como te lo cuento. Tal y como te lo he contado.
   Nos vemos. Hasta siempre.
  

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