Los cerezos están llenos de cerezas, pero la cosecha, lamentablemente apenas podrá ser aprovechable ni siquiera en el cincuenta por ciento; las últimas tormentas de junio han resultado devastadoras, la lluvia ha abierto y rajado el fruto, y por si esto fuera poco el pedrisco, que tampoco ha faltado, como una mala sombra de cúmulonimbos, a una cita anual que nadie desea y que todos temen, ha terminado por dañar sin remedio a la cereza. Pero a ver...¿quién manda en el tiempo?
De modo que la
Conserva, se quedará en la mitad ,
la Burlat, en menos y la
California, con la sabrosa que está, en casi nada.De la
Ambruné y la
Picota, que aquí en Navezuelas son más tardías, nada sabemos, pero tampoco hay grandes esperanzas. O sea, que la producción adecuada para el mercado ha caído en picado. ¡Y los cerezos llenos!, pero ya ves, habrá que tirar más por destrío, que la seleccionada para la venta.¡Qué pena! ¡Qué penita!
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