Se ha despistado el otoño y quiere abandonarnos antes de tiempo de una manera clara. Estábamos en Navezuelas, terminando de disfrutar de la sinfonía de colores que nos mostraba la hoja del bosque villuerquino, cada vez más en marrón oscuro, dispuesta para caer y cubrir los erizos del castaño que yace exangüe y ya vacío en el suelo, pero amenazando y de qué forma-¡ay!- las manos de los recogedores de castañas; estábamos en esto, digo, en acabar de coger las castañas, cuando nos ha sorprendido esta primera nevada de la temporada. No estamos acostumbrados a que nos visite la nieve tan temprano, pero bienvenida sea.
A veces, ocurre que si uno, no lo escribe, no acaba de enterarse bien de lo que le pasa...
jueves, 2 de diciembre de 2010
EL OTOÑO QUIERE DESPEDIRSE
Se ha despistado el otoño y quiere abandonarnos antes de tiempo de una manera clara. Estábamos en Navezuelas, terminando de disfrutar de la sinfonía de colores que nos mostraba la hoja del bosque villuerquino, cada vez más en marrón oscuro, dispuesta para caer y cubrir los erizos del castaño que yace exangüe y ya vacío en el suelo, pero amenazando y de qué forma-¡ay!- las manos de los recogedores de castañas; estábamos en esto, digo, en acabar de coger las castañas, cuando nos ha sorprendido esta primera nevada de la temporada. No estamos acostumbrados a que nos visite la nieve tan temprano, pero bienvenida sea.
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