sábado, 17 de julio de 2010

Villuercas en verano (2)

Avanzan los días y los cerezos en estos días, calurosos, de julio comienzan a extenuarse y se agotan las cerezas. No ha sido la de este año una gran cosecha, las abundantes lluvias de invierno y primavera unido a las bajas temperaturas lo impidieron; incluso la excesiva humedad ha afectado a muchos de estos árboles, como podemos apreciar en algunas hojas amarillentas, que presentan algunos, cuando paseamos entre ellos. En cualquier caso la cereza aunque más escasa que otros años, resulta igualmente gratificante y exquisita. Seguimos comiéndola con verdadera fruición. ¡Un regalo muy espacial de la naturaleza!

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