A veces, ocurre que si uno, no lo escribe, no acaba de enterarse bien de lo que le pasa...
sábado, 17 de septiembre de 2011
¡Ojalá que llueva algo en septiembre!
El castaño cuajado de erizos, como un prematuro árbol navideño repleto de bolitas verdes y guirnaldas, se asoma al otoño pidiendo un poco de agua. Este verano que no cesa, se alarga en el calor y los castaños necesitan ya la humedad para aderezar su cosecha.
¡Ojalá, que llueva pronto! ¡Ojalá que llueva agua (no café) en el campo!
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